Morató Aragonès
Residente en Barcelona desde 1942, Morató Aragonés se formó en la escuela de Sant Jordi, donde fue discípulo de Ignacio Mallol, Ivo Pascual y Ernesto Santasusagna. Expuso por primera vez en el Salón de Artistas de Reus, en 1940, obteniendo la medalla Fortuny. A lo largo de su carrera fue galardonado con infinidad de importantes premios y distinciones, así como homenajeado en muchas ocasiones. Llevó a cabo una obra figurativa de inteligente concepción que fue evolucionando coherentemente con el paso del tiempo, y abarcó el paisaje, el bodegón y la figura. Un cromatismo frío con predominio de azules y de grises, que contrastan a veces, con la austera presencia de los ocres, se pone al servicio de su intencionalidad creadora. Mª Elena Morató escribió sobre su obra: "Pintura reflexiva, recreada al amparo del recogimiento del estudio y de un orden premeditadamente establecido que incluye, en dosis sabiamente equilibradas, el recuerdo y la idealización por un lado, y la frescura de la improvisación gestual y la depuración formal por otro".